Las victimas de la trata de personas deben dejar de ser objetos invisibles para formar un colectivo de sujetos de derechos, capaces de empoderarse de tal modo de revertir toda la situación vivenciada en el pasado. Ello también implica que dejen de ser meramente estadísticas, para pasar a ser sujetos protegidos por los Estados.
Mientras persista el mercado sexual se continuaran vulnerando y violando los derechos humanos; la corrupción, la situación económica, la discriminación sexual, la violencia, son variables a considerar debido a que agravan notablemente el problema de la trata. Es indispensable informar para de este modo prevenir a la población, y sobre todo tejer redes sociales para contener aquellas personas que fueron victimas de algún tipo de explotación. A su vez, seria preciso anular la demanda en el mercado sexual, siendo este uno de los principios básicos de la economía, al no existir demanda no habría oferta.
El Estado Argentino, al igual que en otras tantas naciones, debe posicionare como autoridad que es, y desde donde deben establecerse políticas públicas que combatan los delitos de trata de personas, es una problemática que debe ser abordada interdisciplinariamente e intersectorialmente. La trata implica sometimiento y servidumbre a través de la venta y violación de cuerpo, lo que genera traumas terribles en aquellos que los padecen. Es preciso aunar fuerzas haciendo participes a entidades empresariales, entidades fiscalizadoras a nivel laboral e incluso cambios en las legislaciones laborales de los países. A su vez es importante cuestionarse acerca de cómo intervienen los elementos culturales y de género en la problemática. Es decir para combatir la trata de personas es necesario un proceso compuesto por varias etapas. Actuar en post de la equidad de género nos parece decisivo si pretendemos eliminar este delito. Este concepto está todavía lejos de ser incorporado en el pensamiento hegemónico y en la naturaleza de los países de la región. Faltarán mucho más campañas, denuncias, trabajo de la Academia, Sociedad Civil y Organismos Internacionales, así como medidas de los Estados para que la visión y percepción que los hombres tienen de las mujeres cambie. Continuando con esta idea es menester que las mujeres puedan ser capaces de cambiar su propia percepción y buscar un empoderamiento que las haga capaces de oponerse y de no tolerar
determinados abusos. Se debe construir una resistencia más sólida para combatir este pensamiento.
Este combate debe ser asumido por todos con determinación para que una de las peores formas de violación de los derechos paulatinamente sea eliminada. Las grandes transformaciones sociales deben ser sostenidas y realizadas por colectivos sociales, que aúnen sus fuerzas en post de un mismo objetivo, ello es lo que se necesita para erradicar esta problemática.
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